Un pequeño homenaje...

Todas las anécdotas de mi día a día y las historias de mis hijos comienzan en una gran gran persona: mi marido. Él es el hombre que me conquistó profundamente y que desde ese remoto 1 de mayo me tiene absolutamente revolucionada. Enamorada.

Como ya conté se llama Hugo y es marino... profesión de la que poco entendía cuando accedí a casarme con él, y que de buena forma ha predeterminado mi vida, porque paso harto sola y he tenido que asumir una suerte de hombre-mujer de la casa... pero vale la pena, porque Hugo es lo más maravilloso que me ha pasado en la vida; y los cuatro hijo que tengo con él, los mejores regalos que alguien puede recibir.

Huguito -como le dice casi todo el mundo de cariño- es un hombre infinitamente bueno; bondadoso. Es un poco parco y serio para quienes lo conocen de buenas a primeras, pero cuando entra en confianza es genial, con un humor absolutamnete único y diferente.

Sin duda, es un hombre maravillos: Es excelente papá, muy muy romántico, sensible, cree que es machista (pero no lo es tanto), regalón, goloso, deportista intrínsico, curioso, estudioso, lento para hacer tooooodas la cosas, muy mal genio, con ansias de conocer y viajar por todos lados, lector voraz, jugetón, muy culto, cariñoso, piadoso, muy caballero, leal, inteligentísimo, mañoso, ingenuo, mateo, justo con quienes tiene a su cargo y un poco fome y perno. Pero lo que más me gusta de él es tiene un amor infinito por lo que más quiere: a su familia y a su país.

Estas líneas no son más que para agradecerle por cada una de las mañanas en que nos hemos despertado juntos.... Mi amor: cuando seamos viejitos y sigamos despertando cada día en la msima cama no nos vamos a acordar de todas las dificultades que hemos pasado , sino que de esta maravillosa familia que tenemos y que juntos sacaremos adelante. Te adoro!!!!